viernes, 9 de diciembre de 2011

MARIONNE

Teniendo en cuenta que lo único que de verdad le aterraba perder era la ilusión, Marionne continuaba viviendo como si la vida no fuera a terminarse jamás y como si en ella no hubiera nada que no consiguiera sorprenderle y llegarle al corazón de manera directa. Era una chica muy entusiasta, vívida, sonriente y luchadora. Tenía una larga melena morena que jamás conseguía peinar de la misma manera. Le gustaba bailar mientras sostenía el primer café de la mañana al ritmo de Joe Cocker. 'Simple things' era una de sus canciones preferidas y la bailaba con especial ilusión y sonrisa. Como todos, a veces se sentía cansada, o triste, pero la mayoría de las veces los sentimientos negativos no llegaban a instalarse en ella más de unas horas. Ella creía que ello se debía a la ilusión. Al hecho de que la ilusión por la vida y por sentirse viva estuvieran siempre tan presentes.
Aún así, veía mucho sufrimiento a su alrededor y era consciente de la infelicidad de algunas personas que le rodeaban, lo cual, por momentos, alcanzaba a pellizcarle la ilusión. Sobre todo porque era gente cercana, sobre todo porque era gente a la que quería, sobre todo porque era gente que no tenía porqué ser infeliz y porque ella veía que era gente con un potencial enorme para ser feliz.
Cada día se dedicaba a una profesión diferente. En lo que iba de año, había trabajado de enfermera en el hospital de su pequeña ciudad, de camarera en el bar de uno de sus mejores amigos, de presidenta de su país, de profesora de matemáticas. Había sido escritora toda una mañana, y pintora parte de aquella misma tarde. Dirigió una película y al día siguiente preparó las palomitas y acomodó a la gente que fue a ver su película. También había sido humorista, y publicista y cantante. Claro está que no todas las profesiones se le habían dado bien, pero ella había disfrutado. Y ¿qué otro objetivo puede tener la vida de cada uno más que ser difrutada, peleada, sonreida y positivizada? Ante todo, y sobre todo disfrutada. 

¿Esperar a que alguien la disfrute por nosotros? ¿Disfrutarla en función de que alguien la disfrute con nosotros? ¿No disfrutarla y sólo sufrirla? ¿Sufrir y sufrir tan sólo por no entender? ¿qué objetivo puede tener algo tan efímero? ¿ha de tener un objetivo? ¿no deberíamos de buscar cual es el subjetivo de la vida en vez del objetivo?

Marionne creía que sí. Que la belleza de la vida estaba en lo subjetivo de cada una de ellas. En el disfrute, la pelea, la sonrisa y la ilusión de cada una de ellas. En hacer de tu vida algo TUYO lleno de todo lo que tienen las vidas. Cosas buenas, malas, irrelevantes...pero cosas vividas. VIDA.



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