lunes, 2 de diciembre de 2013

IRENE, LA GIGANTE

El sol luchaba por hacerse un hueco entre las imponentes nubes. La tarde estaba desagradable, o eso creía Irene. Había olvidado su abrigo en la cafetería en la que desayunaba y estaba destemplada. Desde aquella mañana se sentía especialmente caótica. Perdida en un mar de dudas, nerviosa sin llegar a acariciar el lugar del por qué de aquel malestar. Imaginó lo que sería ser feliz. Se preguntó si llegaría algún día a serlo. No recordaba con claridad qué había soñado, pero sabía que había sido algo revoltoso, inapropiado, incluso tremendamente infeliz. Se despidió de sus compañeros de trabajo, como siempre, y salió por la puerta del edificio más bonito que jamás había conocido. Era un edificio victoriano, situado en la avenida principal de su pequeña ciudad. Tenía unas grandes y pesadas puertas azules que con dificultad alcanzaba a abrir. Se tomó unos segundos ante las imponentes puertas. Se preguntó si ella alcanzaría alguna vez a ser tan grande como ellas. Se preguntó si quizás ya lo era. Al mismo tiempo, una socarrona media sonrisa asomó en su boca, como burlándose libremente de su propia confianza. ¡Grande yo!, se dijo. ¡Si apenas mido un metro y medio!
Irene era una mujer de cuerpo menudo e imponente mirada. De frágil confianza y de fuertes ideales. Tenía una larga melena dorada a la que pocas veces prestaba la atención y los cuidados necesarios. Eso a ella, no le importaba. ¡Total, quién se va a fijar en mí!, se decía ante el espejo. Desde bien pequeña se recordaba pelando contra un mundo que parecía jamás entender. Nadaba en interrogantes, respiraba contradicciones, anhelaba respuestas y ante todo, y sobre todo, creía en la posibilidad de que el mundo pudiera algún día despertar del doloroso funcionamiento que poseía. Era bondadosa y empática. Cerebral y errática. Emocional y contradictoria. Le encantaban los aros de cebolla y el helado de fresa. Tenía un fuerte sentido del humor. Ella creía que, de alguna manera, el sentido del humor salvaba la vida a la gente. Disfrutaba provocando una sonrisa. Sonreía viendo sonreír. Le encantaba meter la mano en la arena, los pies en el barro y la cabeza bajo una fuerte y fresca cascada a la que le gustaba ir los domingos de fina lluvia. Tenía los ojos siempre muy bien abiertos, no quería perderse ni un instante. Deseaba vivirlo todo, aunque fuera sufrimiento, aunque fuera interrogante. Le encantaban los puzzles. Odiaba las sorpresas. Tenía pocos amigos, pero mucha gente a la que querer.
Giró a la derecha y comenzó a caminar hacia la cafetería de aquella mañana con la idea de recuperar su abrigo y quizás sentirse mejor. Le pareció que la gente paseaba con semblante especialmente serio aquella tarde. Había mucha gente sola, absorta en sus móviles, creyéndose acompañada. La gente se esquivaba sin llegar siquiera a mirarse. Se esquivaban tan sólo con intuirse. Como imanes del mismo polo, repeliéndose por pura naturaleza. ¡Qué pena! Si la gente supiera el poder que tiene una mirada, se decía. Ella se prometió siendo bien pequeña que su mirada habría de ser siempre honesta. Por supuesto que, a lo largo de su vida, habría faltado a su propia promesa en numerosas ocasiones y quizás alguna honestidad perdió su sentido camino a sus pupilas. Quién sabe. Quizás las promesas existen y se pueden llevar a cabo con la sola condición de que puedan, en algún momento, no ser cumplidas.

domingo, 24 de noviembre de 2013

CUENTO CUENTO...


1 es la vida en la que aterricé  
2 mil son las preguntas que me hice
3 mil los idiomas que me habria gustado hablar
4 son las esperanzas que nunca llegaron
5 son los payasos que me aterraron
6 son las personas importantes de mi vida
7 era mi nùmero en baloncesto
8 los largos a nadar
9 sobresaliente sin llegar a ser matrícula de honor
10 km/h la velocidad del viento para ser aterrador
11 los minutos temblando
12 la mitad del tiempo estando encerrada en un aparato
13 es mi número de la mala suerte preferido
14 de febrero, el cumple de mi abuelo
15 pulsaciones por segundo en mi primer beso
16 se abre el telón y se ve a una niña asustada...¿?
17 son las palabras que no pude decir
18, mayor de necedad
19 falsa y forzada independencia
20 meses mantuve el teatro
21 veces me enamoré de sufrir
22 son las palabras que no me atrevi a decir
23, estaba en la flor de la muerte
24 son los años que pasè ahogàndome
25 son los años que tardè en intentar coger aire
26 dudas por oxígeno inspirado
27 seguridades confirmadas
28 las maletas para mudarme
29 veces me enamoré de vivir
30 sonrisas por pensamiento sereno
.
.
.
.

¿QUE LE DIJO EL ZORRO AL PRINCIPITO?

LO ESENCIAL 
ES INVISIBLE A LOS OJOS
SI ERES CAPAZ DE VER
MÁS ALLÁS DE TUS NARICES
CON LA INTELIGENCIA Y NO CON LA COSTUMBRE
SI NO, TU CEREBRO
ES Y SERÁ SIEMPRE ESO:
LA POSIBILIDAD DE DESVIARTE DE UN PENSAMIENTO LINEAL Y
ESTÚPIDO


8 frases

UN FUTURO COMO OTRO CUALQUIERA

CARNET DE ESTUDIANTE ERASMUS  
Universidad ComPlutoniense de Plutón

- Nombre: humana nº14578, bloque 6, sector 2, área ciencia de la sonrisa
- Apellido: Q.E.I  (de la antigua civilización de Quiroga, próxima en tiempo a la civilización babilónica.
- Estado civil: fértil (antaño denominado soltera, casada y con hijos o embarazada)
- Estado mental: óptimo (sólo yerra ante conductas no estipuladas)
- DNI: Tiene (ver código de barras muñeca izquierda)
- Coche: creemos que no, pero puede ser que sí (ver llavero)
- Color de pelo: amarillo, es decir, rubio, pero de las de verdad, a veces pelirrojo, con toques de moreno muy muy mu largo y rapado a lo chico
- Ojos: dos (humana tipo 1)
- Nariz: una, con dos agujeros (aun y todo está bastante bien aceptada en sociedad)
- Fecha de caducidad: ver dorso
- Ultimo viaje: A la luna, un día que pensó.
- Proveniencia: Planeta Tierra, bloque 6 (del antiguo Europa)
- Tiempo de estancia: casilla a suprimir, el tiempo no exite interplanetariamente hablando. Ha prometido que cuando termine, se irá.
- Tema de estudio: Estudio e investigación sobre la antigua costumbre humana de sonreir. Búsqueda de la respuestas a las siguientes preguntas:
                     - ¿de verdad sonrió tanto el Humano?
                     - ¿de verdad sonrió suficiente?
                     - ¿es cierta la leyenda urbana de que la chica de la curva de marte aparece                                                         en camisón y sonriente?
                     - ¿fue la falta de sonrisa la que acabó con las antiguas civilizaciones? 
                     - ¿ la Gioconda..... qué hosxtias?

lunes, 18 de noviembre de 2013

AGUJEROS BLANCOS


Negus observaba perplejo aquel agujero blanco. La fotografía tomada por el satélite Keriope no dejaba lugar a dudas. En aquel inmenso Universo, aún sin explorar, existían agujeros blancos. Su perplejidad bailaba de un intenso miedo a un emocionante deseo de conocer más. ¿A dónde llevaría? ¿A un lugar mejor? ¿Quizás al pasado? ¿Al futuro? Emanaba una intensa luz, como queriendo expulsar de él cada fotón. Rechazaba toda masa, ¡era de locos!
Desde el otro lado del agujero, desde la pantalla de su ordenador, Negus observaba perplejo la primera foto de un agujero negro, que parecía no dejar escapar de él ninguna partícula material. Absorbía toda luz. ¡era de locos!
Lo que ninguno aún sabía era que, al unísono, ambos habían tomado su iPad y habían hecho zoom en la foto; una blanca, la otra negra. Lo que ninguno aún sabía era… que se estaban mirando a los ojos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

JUSTO A TIEMPO


Napoleón miraba estupefacto y con miedo lo que tenía a su alrededor. Un hombre que se hacía llamar Isaac, sostenía absorto y reflexivo la manzana que acababa de golpearle la cabeza. Al mismo tiempo, otro hombre se encontraba junto a un barril lleno de agua y, sonriente, cada vez que se metía en él gritaba ¡Eureka! Sintió escalofríos, todo era extraño. Trató de huir colina arriba pero en el camino se encontró a un hombre que tenía en sus manos una calavera . ¿Ser o no ser? Quizás era sólo un loco... No lejos, otro clavaba un tablón que señalaba hacia el Este y que rezaba ''hacia las indias, bordeando África''. Saltó tras un arbusto. En una mesa cercana, un anciano loco, con la lengua fuera, charlaba animadamente con otro hombre que parecía obsesionado por los guisantes. Un señor con una bombilla y cara de idea y un hombre con corona de laurel, le miraron fijamente a los ojos. Creyó desvanecer...pero una mujer, con una loca falda blanca le atrapó justo antes de que tocara con el suelo. Sus labios eran preciosos, su lunar cautivador. ¿Qué estaba ocurriendo? Se preguntó mientras despertaba. Llegaría tarde al examen de historia...

.AQEIS.


domingo, 27 de octubre de 2013

SINTETIZADOR DE IDEAS

- El sufrimiento lo tengo muy presente; en el pasado.

- Estamos tan ocupados conteniendo nuestras emociones que no conseguimos soñar con lo infinito de nuestras posibilidades

- Dependemos de lo que no entendemos...entender esto, es despertar

- Lo peligroso de alejarte de alguien sólo para que te eche de menos es que, quizás, lo que hará será olvidarte

- Vivir enfadado por motivos que nisiquiera  identificas es tan estúpido como justificarlos para que sigan escondidos

- De verdad que es agotador tratar de vivir distinto

- Con suerte, el consumismo terminará consumiendo al propio humano y así la Tierra, volverá a ser de quien es

- Mirar al cielo buscando formas en las nubes y no encontrar nada sólo tiene dos explicaciones. Una es, que careces de imaginación suficiente para lograrlo. La otra, y más probable, que está despejado

- El sentido común resulta desesperante para gente con sentido común

- Una idea, vale más que mil palabras. Una imagen, suscita más que mil ideas. Una palabra, calma más que mil imágenes

- Todo es tan efímero, que el tiempo de escribir esta frase, ya no significa nada

- Si el amor llenara el mundo, el temblor no tendría lugar

- Vivir sin miedo. Vivirte sin miedo. Vivir sin temerte. Vivir.

- Me habría gustado vivir en el futuro, ese que aún no se ha dado, ese en el que lo loco será fomentar patología

- Se acaba el mundo en 5 segundos. ¿Qué coño importan los zapatos de Prada? Ni siquiera importa que no importen...

- Las verdades duelen. Háblate de verdad, y lo comprobarás. Sigue dañándote sin verdad, y te creerás

- Creo que dudar es no creer seguro en nada más que en esta frase...y eso...creo

- Yo digo que despertemos ya todos del atontamiento y terror emocional


martes, 1 de octubre de 2013

TENIA SUEÑO

Tenía sueño. Un sueño terrible, un sueño tronador, sueño en pleno clamor. Tenía sueño desde que despertó aquella mañana, se diría incluso que desde que pensó en despertarse. Los párpados le pesaban toneladas, sus pupilas suplicaban descanso, sus piernas anhelaban parar. Tenía sueño. Un sueño curioso, un sueño incesante, un sueño espantoso. Como de alguien que no ha conseguido dormir para llevar a cabo el día. Como de alguien que sueña con volver a soñar.
Se sentó en un precioso banco de un agradable jardín de una magnífica ciudad en la que vivía su monótona vida. Se sentó a leer, o eso se dijo excusando el querer descansar. Abrió el libro sin prestar demasiada atención a la página por la que lo hacía. De entre las páginas, un trozo de papel se deslizó hasta sus piernas. Miró con atención el papel que, doblado, parecía guardar el más importante de los secretos. Acercó su mano derecha a él. No recordaba haberlo colocado ahí. Tenía sueño, mucho sueño, pero en ese instante ganaba la curiosidad; ganaba el sueño de saber. Súbitamente, sus piernas comenzaron a temblar. Era raro, pues no se sentía nervioso. El temblor hizo caer el papel al suelo, en medio de un charco. Tenía sueño, y no entendía por qué le temblaban tanto las piernas, pero se agachó a por él. Estaba empapado y trató de abrirlo sin romperlo. A través del papel mojado se adivinaban unas tímidas letras que parecían querer seguir guardando el dichoso secreto. Tenía sueño, le temblaban las piernas, y empezaba a hacerse tarde. Desdobló parte y alcanzó a leer una exclamación y una 'd'. El corazón le dio un brinco cuando leyó lo siguiente. '¡Despierta!', rezaba el papel. De golpe, abrió los ojos. Estaba en su casa. Estaba en su cama. Empapado en sudor, con sus piernas temblando, con el sueño inquieto. Tenía sueño, mucho sueño. 


viernes, 20 de septiembre de 2013

CARTA A UNA NUEVA ESTRELLA

Hace algunos días te apagaste aquí sólo para encenderte algo más lejos. En un lugar que veo, si miro dentro. Que aún no entiendo si no te tengo. Que rechazo, todo el tiempo. Que imagino, si miro al cielo. Que duele, si los ojos cierro. Un lugar al que te has ido, desde el que suplico que me hables, desde el que quiero que brilles. Un lugar…demasiado lejos. Hace algunos días te apagaste aquí. Y qué duro es eso. Dicen que el dolor se diluye con el tiempo. Dicen que será otra manera de buscarte. Dicen que será otra manera de hablarte… la que ahora no me sirve, la que ahora se queda coja. La que ahora duele, la que me enoja. Dicen, que te seguiré queriendo, que te seguiré recordando. Dicen que desde la calma, yo digo: desde lo incierto. Hace algunos días te apagaste aquí, sólo para colocarte un poco más cerca del corazón interno. Quiero que brilles fuerte, que brilles eterno. Quiero que ilumines cada pensamiento. Quiero que sepas, nueva estrella, que siempre me estarás brillando. Te quiero.

viernes, 23 de agosto de 2013

RELATOS, MINI RELATOS

ALLÍ LLEGARÍA

Tenía los pies sucios y magullados, pero a penas sentía dolor. Sólo sentía sed. Ya ni siquiera sentía hambre. Llevaba dos días caminando. Caminaba hacia delante, caminaba agotado, pero caminaba incesante. La región de Tigray era árida y montañosa, su voluntad firme, su esperanza hermosa. Caminaba hacia la capital, allí intentaría hablar de alguna manera con algo llamado Europa. Allí gritaría que tenía sed, que tenía hambre, que tenía derecho a llevar algo de ropa. Allí moriría, de sed y de hambre, con la cabeza bien alta, con la esperanza rota.

SALVADOS

De lejos, sus ojos sólo provocarían compasión. Compasión en injusticia, menuda farsa hermosa. Compasión en justicia, menuda utopía preciosa. Vistos de cerca, sus ojos mostraban el secreto de la felicidad. Desde su chabola de paja, desde su pueblo de barro, desde su vida de infierno, Zafu miraba decidida a aquella cámara de fotos y a aquél hombre que la llevaba. Estaba demasiado gordo, era demasiado blanco, parecía triste e intentó salvarlo.


viernes, 16 de agosto de 2013

MICRORRELATOS

MICROMICRORRELATO1: VIVIR

Asomó la cabeza sin saber muy bien si ponerse a gritar... o a pensar

MICRORRELATO2: ROMANCE

Y mientras descolgaba la luna se preguntó si habría sido suficiente para enamorar al mundo

MICRORELATO3: PARO

Salió a buscar trabajo. Ya en la calle, no entendía por qué la gente reía.




sábado, 15 de junio de 2013

ATENEO OBRERO

Cuenta la leyenda, que un grupo de valientes se atrevió a soñar cuando el ruido impedía hasta el pensar. Dicen que en aquella época, existían leyes que prohibían expresamente tener ilusión, ¡ya veis! Como si eso se pudiera regular. Dicen que iba a ser un centro social, auto gestionado, liberado. Cuenta la leyenda, que se les prohibió luchar, lo cual les dio aún más fuerza. Dicen que les cortaron las alas; no se esperaban que supieran volar sin ellas. Dicen que se abrazaron fuerte cuando llegó la policía. Los valientes eran muchos. Algunos dentro, otros fuera...todos en emoción.
'Ateneos a las consecuencias', les dijo la policía. 'Nos atendremos al ateneo', respondió el pueblo
'Los sueños de la realidad'. Guadalajara. 14 Junio 2013.

INVOLUNTARIAS DECISIONES

INVOLUNTARIAS DECISIONES
( IV CONCURSO DE RELATO CORTO 'LA MALETA DEL TIO PACO')

 
INVOLUNTARIAS DECISIONES

Amaba cada grano de arena de las playas de su pequeña ciudad. Amaba con locura la brisa de aquellos domingos lluviosos. Amaba su ciudad, las virtudes que tenía y amaba también sus defectos. Amaba sus gentes, incluso sin entenderse con todos. Amaba sus tradiciones, sus ritos, sus esperanzas y sobre todo sus temores. Amaba su vida, la de su ciudad, la de su entorno, la de sus recuerdos. Cada perro que se cruzaba y que veía jugar. Cada dueño que inconscientemente era paseado por su perro, como tentado a salir y seguir viviendo. Cada teatro, cada chocolatería, cada vista, cada suspiro, cada sonrisa. Era una ciudad maravillosa. Llena de todo lo que imaginaba. Llena de todo lo que había sentido, llena de recuerdos en él, incluso de recuerdos con él.
Sentía el fracaso de quien ha hecho todo lo posible por aquello que quiere, y no ha podido conseguirlo. Sentía la duda invadiendo cada pensamiento, cada suspiro y cada esperanza. Sentía el temor de vivir condicionado por las circunstancias, esas que le llevaban a aquel momento en el que se encontraba. Sólo, en la estación de tren, mirando con resignación y una pizca de odio una maleta. Su maleta. La odiosa maleta con lo imprescindible. Resignado la miraba, y sabía que dentro de aquella maleta no había absolutamente nada digno de ser llamado imprescindible. Todo, se quedaba allí.
Miró nuevamente el reloj de la estación. Era un reloj antiguo, de números romanos y grandes manecillas que parecían imponer su voluntad. Parecían incluso reírse de avanzar, sin importarles el peso de su movimiento. Hacia delante, incesantes. Hacia el tren; hacia su partida, hacia la frontera. Hacia otro país, otra alternativa. No la que quería, si no la que debía. Por mantenerse, por vivir, por conseguir seguir. Quedaban apenas diez minutos para que su tren saliera. Así que caminó hasta el andén veinticuatro y sintió que la maleta pesaba el doble que cuando salió de casa. Sintió asomar una imponente lágrima y se la negó. Se había prometido ser fuerte y no llorar. Se había prometido mirar hacia delante y luchar, por conseguirse un sitio que algún día le permitiera vivir más allá del mundo de las circunstancias.
Subió al coche once, no sin esfuerzo, la maleta pesaba en esos momentos horrores. Ayudó a una señora a hacer lo mismo, aunque no parecía que aquella mujer sufriera con su carga. Ella sonreía, ella parecía ir a donde quería. Como él, solo que él involuntariamente... si se me permite la injusticia de considerar involuntaria una decisión voluntaria tomada desde el yugo de las circunstancias. Tomó asiento, treinta y dos. Ventana. ¡Qué mala suerte! Ahora tendría que ver sin trabas cómo se alejaba todo. Así sería tremendamente difícil no llorar. Y él se lo había prometido. Se imaginó a todos sus amigos al otro lado de esa ventana, a su familia, a su hermanito pequeño. Se los imaginó sacudiendo pañuelos llenos de ternura y amor, de confianza y seguridad. Menos mal que les pidió que no vinieran. Habría sido imposible seguir adelante con ellos quedándose atrás. La sola idea le empujó una nueva lágrima que vino a unirse a la primera. No lloraré, se dijo. La intensidad del dolor de la ruptura se hacía cada vez más grande. Incluso juraría que el rasgar de sus emociones se podían oír desde el asiento de al lado. Eternos diez minutos. Pesado e intenso dolor. Tremenda ruptura.
De pronto oyó el silbato. Ya estaba. Había llegado el momento. El tren comenzó a moverse. Pero creyó estar perdiendo la cabeza, pues le pareció reconocer a sus amigos y familia en un grupo de gente que corría caóticamente hacia su posición. Corrían agitando los brazos, avanzando torpemente mientras chocaban con el resto de personas del andén. Parecían gritar intensamente, parecían necesitar gritar. No podían ser ellos. Se frotó los ojos, como intentando despertar de lo imposible. Pero al abrirlos, y poder verlos más de cerca reconoció a su hermano pequeño, a su madre que lloraba intensamente, a su padre con su característico sombrero y su confiada sonrisa de ayuda y a sus amigos todos con la camiseta del equipo de fútbol en el que solían jugar. Se había prometido ser fuerte. Y lo estaba siendo. Eso sí, descubrió que era imposible no llorar.




viernes, 17 de mayo de 2013

SINTETIZADOR DE IDEAS

- No me acuerdo del principio de Arquímedes, pero me acuerdo del final: murió

- Negar con ahínco algo, es aceptar el temor de que sea  verdad

- Enamorarse es peligroso, pero más peligroso es no poder hacerlo

- Ahogarse en uno mismo, pudiendo dejar de hacerlo, es idiota

- No saber que uno se está ahogando en uno mismo, es aún más idiota

- Escribir sobre ahogarse en uno mismo creyendo que uno ya no se ahoga es...glu...glu glu...

- Si te dejas de engañar, dejo de engañarme ¿vale? Hasta entonces, engañémonos

- Por lo visto el mundo me parece una mierda...no entiendo por qué estoy tan en desacuerdo conmigo

- ARmarse en tiempos revueltos

- Somos fuertes, no somos idiotas. Somos débiles...como pasotas

- Tengo un presentimiento. Se llama recuerdo

- Miedo

- Calma

- Hasta ayer, todo quería ser hoy. Hoy, sin embargo, todo quiere ser mañana

- Infelicidad: dícese de la frase anterior

- Felicidad: dícese de que la anterior frase salga de su anterior

- ¿Sabes toda esa gente que te parece idiota, pesada,o antipática? Pregúntales por ti

- Nadie es siempre y sólamente un cabrón, aunque existan profesionales en disimularlo


martes, 23 de abril de 2013

VOSOTROS VEREIS

Vosotros vereis...
Vuestro vacío vagar...
Vuestra versar vacuo...
Vuestra vieja voluntad voluntariosamente vendada...
Vuestra vida vacía...voluntariamente
Vuestras vituperosas voces..
¡Vaya vacuo vivir...!
Vosotros vereis...

Valorar vosotros..
Vívir vuelcos , vivir volcánicos valores, venturosas vicisitudes...
Validar vida...
Vaciar vergonzosos virus, vomitar vulgares vaciles, vaciar vastos vagares...
Volar valorando vivir, Vivir valorando volar
Vosotros valeis

Vosotros vereis...

 

domingo, 21 de abril de 2013

SANDABEI

Dudó si dudando estaba de dudar... o de otra cosa. Lo más probable sería no conocer la respuesta nunca. Pero así era la vida en aquella luna. 
      Sandabei era una luna muy pequeña de un mundo muy grande. Tenía un diámetro de cuatro diámetros lo cual, para una luna, era poco. Tenía varios cielos. Uno verde, otro rojo y otro azul.  Su tierra era del color de las preguntas. En ella, a veces había demasiada agua y era imposible no nadar. Otras veces, resultaba tremendamente difícil dar un paso debido a la carga bajo los pies. Era una luna rara, pero para Astario era la más preciosa que existía.
      Astario era el guardián de su tierra y de sus cielos. Tenía una pequeña cabaña en la que vivía junto a cuatro plantas, dos gatos vergonzosos, una rana con corona y un loro que se negaba a repetir lo que se le decía. A veces reian de manera loca sin saber muy bien por qué y otras veces se miraban seriamente sin saber cómo reir. En Sandabei las cosas cambiaban continuamente. Cosa que era de agradecer, ya que no había mejor manera de crecer que viviendo cambios. Astario pensaba que el objetivo en la vida era crecer. Las cosas cambiaban en cuestión de minutos, a veces incluso en segundos. Cambiaban de color, de profundidad, de conclusiones, de respuestas. En Sandabei estaban todas las preguntas que existían en la existencia. Estaba cada interrogante interrogado, cada duda dudosa, cada temblor temblante. A veces nacían respuestas pero en seguida todo volvía a cambiar y a convertirse en duda, en idea, en pensamiento, en 'quizás'.
       Un día, Astario se encontró turbado. Por primera vez desde que guardaba aquellas tierras, unas pocas dudas habían desaparecido y nadie parecía haberlas visto desde el día anterior. Preguntó a la rana, que le respondió que qué podía ella saber sobre dónde se encontraban aquellas dudas. Ella no había podido ver nada ya que la corona le venía grande y le caía delante de los ojos, impidiéndole verlas. Le preguntó al loro, pero este no entendió la pregunta. Creyó que le pedía que repitiera sus palabras y se enfadó muchísimo con Astario. ¡No pienso repetir lo que dices! repetía sin parar. Se acercó a los gatos, ellos sí sabían dónde estaban aquellas dudas, pero ninguno consiguió dejar de sentir una intensa vergüenza que les impedía hablar. Astario desesperado, se acercó a las plantas que bailaban con el aire como si ellas no vieran ningún problema. ¡Es inútil! Jamás las encontraré, se dijo. Cerró la puerta de la cabaña y se dejó caer con desgana en el sofá de colchones. Empezó a dudar más que nunca. Hasta que vio su reflejo en el espejo real de la sala. ¡Ahí estaban las dudas! En él. En su frente, en su cabeza, en su ser. ¡Ahí se escondían las dichosas!, ahí donde era más difícil encontrarlas. 
       Ahora sí, estaba tranquilo. Ahora sí, estaba bien. Bueno, en fin, eso creía... saberlo seguro ya habría sido como vivir en otro planeta.







martes, 16 de abril de 2013

SINTETIZADOR DE IDEAS


- ¿El mundo está muy loco o hay mucho loco en este mundo?

- No sueñas con nadie más, que contigo
- No sueñas con nadie, mas que contigo
- No sueñas con nadie más que contigo

- Tan importante como lo que uno dice, es cómo lo dice.(si lo que quieres es que te entiendan...)

- Tener razones para estar enfadado por algo, ni de lejos es inequivocamente y totalmente tener razón

- Hace falta ser gilipollas...¡no! espera! hace falta empezar a dejar de serlo.

- Idealizar a alguien es ponerle una zancadilla al idealizado, solo que en el futuro

- La búsqueda personal, por algo no se llama búsqueda  'échalelaculpaaldeenfrente'

- La calma es como ser tú pero sin estar enfadado contigo

- Nada importa en realidad nada. Salvo todo lo que importa algo e incluso mucho, dentro del nada

- A ver si el objetivo de la vida va a ser su subjetivo...

- Tengo tantas preguntas que, aunque las tuviera, no me cabrían las respuestas

- Querer no es una decisión. Querer no querer, tampoco

- Hay que vivir cada día plenamente (me dicen como si fueran inmortales...)

- Vete tú a saber si algo tiene, en el fondo, algún sentido

- No quiero ni imaginarme lo que sería imaginarme imaginandome sin querer ni imaginarme...

- ¿Qué sé yo?- dijo Montaigne (1592) ....     y yo le digo: ¡seguimos igual! (2013)





viernes, 22 de febrero de 2013

ME SIENTO


Me siento vivir y es precioso. Vivir tras el nubarrón.
Me siento sentir y es escandaloso. Sentir con tesón
Me siento reir y es como siempre. Reir con ilusión...
Me siento llorar y es bonito. Llorar con calma la pasión

Me siento alegre y no me lo pregunto, sencillamente lo estoy
Me siento sonreir y no me arrepiento, disfruto... ya que estoy 
Me siento tranquila y no temo al viento, parece que sé a dónde voy
Me siento feliz y no tiemblo , ya sé que no es sólo para hoy


Me siento...que ya me vale de estar de pie