jueves, 30 de junio de 2011

MENUDO DISGUSTO

No tener siempre razón. Menudo disgusto, sobre todo para el ego.
Creer siempre que se tiene razón. Menudo disgusto, sobre todo para el que niegas
No creer nunca tener razón. Menudo disgusto, sobre todo para la autoestima
No saber si se tiene razón. Menudo disgusto, sobre todo para la estable certeza
No estar seguro de que exista la razón. Menudo disgusto, sobre todo para el racionalismo
Que la razón represente el significado real de las cosas. Menudo disgusto, sobre todo para el pragmatismo
Tener razón. Menudo disgusto, sobre todo para el que te niega
Razonar. Menudo disgusto, sobre todo para el miedo
Que crean que siempre tienes razón. Menudo disgusto, sobre todo para las limitaciones
Que te interpreten como si no pudieras tener tu razón. Menudo disgusto, sobre todo para la duda


¡Menudo disgusto! Que razonando llegues a la conclusión, de que la razón o razonar, no siempre es tener razón.
¡Menudo disgusto! no haber pensado antes que sólo con añadir 'co'.....

.............la razón se vuelve CORAZÓN


miércoles, 29 de junio de 2011

FIJAR FELICIDAD


Para mí, la felicidad nace de ACEPTAR LA REALIDAD (cada uno la suya) , sea la que sea, haya sido la que haya sido. Aceptar y en consecuencia vivir libre, sobre todo de uno mismo. Pero claro, hay quien no tiene demasiada condena pasada, ni fobias presentes. Hay quien no vive tan neurótico como para no saber que no vive. Hay quien te dirá, que ELEGIR ser feliz es todo lo que uno necesita y sí, sin demasiado pasado incapacitante, estoy de acuerdo. Pero, ¿qué hay de aquellos con recuerdos locos, situaciones turbulentas que les impiden llevar a cabo la elección de ser feliz? Hay quien decide elegir ser feliz y se encuentra con emociones inexplicables o excusas insistentes que no le dejan hacerlo. A esas personas, con decidir elegir no les basta, y jamás un engaño fue tan grande como cuando alguien dice haber olvidado (o enterrado) y lo confunde con haber cicatrizado.

Lo más importante es QUERER ser feliz, ELEGIR ser feliz. 
Os sorprendería lo hipócritas que somos con nosotros mismos. Los hay amantes del drama que dicen añorar la felicidad, lo cual es en sí, una contradicción. Una vez que de verdad eliges ser feliz, tienes que saber por dónde ir. 

O bien nunca has atravesado ninguna gran desgracia ni especial sufrimiento en tu infancia con lo que seguramente con ELEGIR, te bastará y te resultará hasta fácil. Eso sí, asegúrate de ser capaz de mantenerte cuando las cosas se tuerzan. Quizás aceptando lo poco que haya de sufrimiento, te asegures el sostenerte hasta en la peor de las pesadillas.

O bien el sufrimiento habrá sido enorme (bien de manera evidente, bien como sufrimiento privado) en cuyo caso:
o te dejas llevar por las triquiñuelas de tus emociones, por el miedo de tu sufrimiento y el miedo a aceptar y entender el pasado (en cuyo caso no te mientas diciendo que elegiste ser feliz y no sabes por qué no pudiste)
o te entiendes, te recuerdas, te aceptas y aceptas la realidad y ERES FELIZ

Ser feliz.
¿Ser feliz o elegir ser feliz?
Elegir ser feliz
¿Elegir ser feliz y poder hacerlo, o elegir ser feliz y no poder?
Poder hacerlo... consecuencia: SER FELIZ
No poder hacerlo sin saber muy bien por qué y culpando a lo que sea por no poder...... ACEPTAR la realidad y SER FELIZ


Pero vamos, que yo sólo soy una tia que sufrió mucho en privado, que eligió ser feliz después, que ahora lo es y que es capaz de esquematizar algo tan emocional como SER FELIZ.

No sé yo si soy muy de fiar......
......yo soy más de fijar felicidad


lunes, 27 de junio de 2011

SINTETIZADOR DE IDEAS

- El análisis junto con la lógica, impiden negar evidencias

- Sustituye cafeina por inconsciente y adivina quien no te deja dormir

- La confianza no es saberlo todo de alguien, si no no necesitar saberlo todo de alguien

- Hay cosas que no se pueden cambiar, sólo entenderlas. Eso sí, al entenderlas, cambian

- Cuando espero desespero

-  Hay gente que en cuanto dejas de necesitar explicarte empieza a necesitar entenderte

- Todas las generalizaciones son tan nefastas como comprensibles si no te da por matizar algo general

- Nunca se puede mejorar, siempre es perfecta. ¿El qué? La ironía

- Las oportunidades pasan todo el rato, móntate cuando dejes de llorar por haber dejado pasar la anterior

- Donde manda patrón, pocos ven la lógica

- Hay que dejar de pre-ocuparse y ocuparse

- No todo el mundo es tú, así que deja de tratarte mal

- Hice fisio por algo parecido a la vocación. Por equivocación

- La vida da muchas vueltas. La pena es que tantos terminemos vomitando

- 1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio... 8 de agosto, ¿no?

- Sería bello que la conclusión de vida fuera una vida de conclusiones

- Estoy llena de ''nada'' entendiendo nada como ''todo lo demás''

- ¿Y si me equivoco y nada es así? Vaya jaleo.....



miércoles, 22 de junio de 2011

NO NEGARÉ

No no, no niego nada. Ni nada ni nadie. No necesito negarte, ni negarme. No necesito nulas necedades ni neuróticas negaciones. No no, no necesito ningunearme  negandome ni notoriedad negándote.
No necesito negligente narcisismo, ni nerviosas neuronas naufragando

Necesito nutrir neutralidad,  nivelar nerviosismo. Necesito narcótica negocición. Necesito numerosas nanas negociadas. Necesito no necesitar negativamente
Nunca negaré nada notorio ni necesario. No negaré, no...


No no, no niego nada necesario. Ni nada, ni nadie.


jueves, 16 de junio de 2011

NADIE TAN CUERDO

La gente le llamaba loco porque las cosas que hacía no eran normales. Sí, la gente le llamaba loco, y a él le daba igual. En realidad, ni siquiera les oia. El vivía en su mundo, ese que su mente percibía. Resultaba una persona muy peculiar a ojos de la mayoría de la gente.
Yo tuve la suerte de conocerle y además de conseguir verle. La primera vez que le vi, estaba pintando la fachada de su casa. Vivía en la calle de la libertad número seis de Barcelona. Yo pasaba por allí intentando coger un atajo que me llevara a la diagonal de una manera más rápida. En la diagonal, habría de encontrarme con mi abogada y, la verdad, es que ya iba con retraso. Nada de excepcional habría tenido esta situación, si no llega a ser porque al pasar frente a él, me di cuenta de tres cosas. La primera, que el andamio sobre el que se encontraba Pep (más tarde sabría su nombre) estaba hecho de flautas. Unas junto a otras, unidas por enredaderas larguísimas y preciosas. Había flautas de metal, otras más clásicas  de madera. Algunas estaban rajadas y otras brillaban muchísimo. Eso sí, cada vez que una brisa se decidía a pasear por aquella calle, el andamio cantaba distintas y preciosas melodías y Pep, las silbaba como si las conociera de memoria. Lo segundo que me llamó la atención fue la montaña de tarros de yogur vacíos que estaban junto al andamio. Sobre todo me sorprendió, en cuanto me di cuenta de que estaba pintando la fachada con yogures naturales. Había algunos tarros de limón, pero pronto me di cuenta de que el alféizar de las ventanas lo había pintado de amarillo. Lo tercero que me sorprendió, fue que aquel hombre sonreía mucho, tanto que resultaba sospechoso. En el tiempo en el que estábamos, hacía tiempo que la gente había olvidado sonreir. Aquél hombre, estaba loco.
Así que me acerqué y tras pedirle disculpas por importunarle, le pregunté porqué sonreía tanto.

- ¿Estaba sonriendo?- contestó- ni me había dado cuenta, será que estoy bien.
- Y, ¿puedo preguntarle porqué pinta la pared con yogures?
- Ya lo has hecho. Y la pinto con yogures porque son del color que necesito
- Ya pero... ¿no tenía usted pintura? - pregunté víctima de mi convencionalismo.
- Sí, pero no tenía suficiente y con yogures también queda bien

Le pregunté cómo se llamaba, me dijo que Pep. Le dije mi nombre, le di las gracias y crucé la calle. Me senté en la terraza de en frente. Pedí una cerveza y puse mis ojos sobre Pep. Poco a poco me fui dando cuenta de más detalles que llamaron mi atención. Iba sin zapatos, usaba una escobilla como brocha y vestía con colores muy llamativos. Había dos gatos que permanecían cerca de su puerta y que también parecían sonreir. La puerta de la casa, verde, había sido pintada con hierba y sus pelos, grises y revueltos, parecían no haber sido nunca peinados. De pronto, pegó un brinco y bajó del andamio. Se distanció unos pasos, y con los brazos en jarra se aplaudió por el buen trabajo realizado. Se acercó a la terraza y se sentó a mi lado. Pidió lo mismo que yo y en cuanto le sirvieron me miró y me dijo:

- Oye chico, ¿no te parece que la cerveza tiene un color precioso?, es una pena que tarde tanto en secar, habría quedado muy bien en el alféizar.

Y así, comenzó la primera de las muchas conversaciones que a partir de aquél día tendría con Pep en aquella terraza. Era un hombre espectacular, que había viajado mucho. Una vez, había dado la vuelta al mundo en un zapato gigante y descubrió, contando las patas a todos los que encontró, que los ciempiés tenían siempre un número impar de patas, ¡impar!. Tenía una manera preciosamente distinta de ver el mundo, ese en el que estamos todos atrapados. Lleno de convencionalismos, monotonía, agresividad y autodestrucción disfrazada de reproches.

La gente le llamaba loco porque las cosas que hacía no eran normales. En realidad, las cosas que hacía, no eran convencionales. Eso sí, en mi vida he conocido a nadie tan cuerdo.


lunes, 13 de junio de 2011

POR PARECER PERECEMOS

Por parecer, perecemos.
Porque perdemos propicia paz. Porque perdemos personalidad. Porque por parecer, propiciamos perdernos. Por perfeccionismo perdido, pendiente en proporcional problemática. Perdemos privilegios. Promiscua Y placentera percepción .  Placentera pero perecedera pues parecemos permanentes pero perdemos poder. Perdemos porque promovemos parecer.
Presionamos pasiones pendientes. Peligroso pago perecer...

Pero puntualicemos: Para poder piar pro paz, perderemos pena, pararemos pujas peligrosas, proporcionaremos placeres privilegiados. Pasante pena, parlamentariamente prohibida. Proporcional paz permitida. Promiscua percepción  puntualmente posibilitada.
Para poder piar pro paz, propiciaremos precisamente paz. Proporcionaremos  paz. Porque piar presunta paz pero promover peligro, es patético, penoso...


...es PUTEANTE
Por parecer perecemos y al perecer, PERDEMOS


OYE

¡Oye! que oigo. ¡Oye! que pienso. ¡Oye! que hablo. ¡Oye! que odio. ¡Oye! que la cago. ¡Oye! que me canso. ¡Oye! que escucho. ¡Oye! que entiendo. ¡Oye! que sufro. ¡Oye! que lloro . ¡Oye! que disfruto. ¡Oye! que sonrío. ¡Oye! que me preocupo. ¡Oye! que vivo. ¡Oye!que me quiero ¡Oye! que te quiero. ¡Oye! que te adoro. ¡Oye! que te...¿pero ya hay alguien escuchando?

domingo, 12 de junio de 2011

EL AMOR LO CAMBIA TODO

Sí, lo cambia todo.
El amor, lo cambia todo. 

Porque uno está adormilado, felizmente deprimido. Serenamente inseguro. Sólo, por autovotación democrática. Borracho de autosuficiencia. Inseguro en la seguridad de no necesitar compartirse. Inconsciente de estar mal. Soltero por descarte. Convencido de desear esa libertad. Sonrientemente apático. Ahogado en palabras no oidas. Fingiendo convencimiento. Sabiendo que quizás no llegue.

Y de pronto, el amor.
El amor lo cambia todo.

Porque uno de pronto despierta seguro. Emocionantemente feliz. Está acompañado por autovotación democrática. Borracho de dependencia sana. Seguro por confirmarse al compartirse. Consciente de estar bien. Emparejado por elección. Convencido de ceder esa libertad. Sinceramente sonriente. Completamente escuchado. Rescatado de la ignorancia. Convencido de estarlo. Sabiendo que ha llegado.

Y de pronto el malentendido ante el amor.
El amor lo cambia todo.

Porque de pronto ya no se despierta uno seguro. Uno se adormila acompañado.  Vive inseguramente inseguro. Sólo, mientras su votación fue estar acompañado. Borracho de dependencia. Inseguro por no poder compartirse. Consciente de estar mal. En pareja por descarte. Añorando la libertad. Tristemente apático. Ahogado de la mano de alguien. No pudiendo fingir convencimiento. Sabiendo que quizás no sea ese

Porque al final: El amor.
El amor lo cambia todo.


Su falta, su exceso, su necesidad, su temor, su dependencia, su ahogo, su sonrisa, su calma...

... el amor lo cambia todo
(Love changes everything)