TE DEJO

Me da mucha pena, y me duele mucho y muy dentro escribir esta carta. Porque en el fondo jamás pensé que llegaría el momento de hacerlo. Jamás pensé que, queriéndote tanto, algún día te dejaría. Ha sido una decisión difícil, tomada desde cierta locura adolescente que dormita en el adulto pero confirmada por un sin fin de lógicas sinfonías.

Separarnos va a ser una tarea muy difícil. Pero es lo mejor para los dos. Ya no estábamos igual, ya no estábamos como antes. Sin querer, he dejado de mirarte como lo hacía hace años. He dejado de prestarte la atención que te mereces y los cuidados que necesitas. Ya no tengo la misma pasión por ti. La monotonía nos ha llevado a no dejar de andar, pero en direcciones opuestas. Pero no eres tú, soy yo. Tú has seguido tu camino, el de siempre. Yo, he necesitado desviarme. He perdido las ganas de intentar pelear por ti, tanta gente te quiere....Lo siento, pero tenemos que dejarlo. Y lo digo con todo el dolor de mi corazón, porque francamente me llevo mucho de ti .

Y la idea de separarnos me hace daño, sí, pero estoy convencida de que es lo mejor.

No tengo nada que reprocharte. Siempre me lo has dado todo, hasta lo malo.

Te estoy y estaré inmensamente agradecida por todo lo que has supuesto y por todo lo que he conseguido contigo. Has sido mi refugio, mi fuerza, mi felicidad, pero también mi reflejo ante la soledad, la tristeza y el miedo. Por ello, te quiero tanto como te odio.

Me dejaste vivir tanto a mi manera, que me dejaste hasta sufrir. ¡Con lo que se sufre creciendo! Pero eso es bueno. Porque me puse al límite, porque no tuve más remedio que vivir mis miedos para así dejar de vivir EN ellos. Porque me acercaste al amor y al entendimiento, porque me definiste el vivir en paz. Porque me hiciste crecer, a pesar de todas mis resistencias. Porque me hisciste creer, a pesar de todos mis dramatismos. Te doy gracias por quien soy ahora, pero tengo que dejarte.

Se me va a hacer muy raro despertarme a partir de ahora, y no estar contigo. Se me hace difícil pensar, que hay cosas que ya hemos hecho por última vez, juntos. ¡Es de locos! Ya no podré cenar contigo cada vez que quiera, ni respirar tu olor cada vez que me pierda. Hueles a libertad. A libertad y a sueños ¿te lo había dicho alguna vez?

Supongo que hay muchas cosas que jamás te dije.. sólo espero que no sean demasiadas.

Podría seguir despidiéndome eternamente, te quiero tanto...pero necesito escapar de ti, para confirmar que soy libre, que me sostengo sin ti, que ya he crecido, que ya he entendido, que ya puedo sentir, que creo en el amor. Es difícil de entender, lo sé. Hay veces en las que yo tampoco lo entiendo...¿por qué ahora? ¿dónde dejé la paciencia? ¿será la peor decisión de mi vida? Desde luego, me produce vértigo, me asusta mucho dejarte. Pero me asusta aún más ser incapaz de dejarte.

Así que te dejo, París..

...te dejo

GRACIAS