lunes, 12 de octubre de 2015

QUÉ SIMPLE

Qué simple resulta todo desde la distancia. Qué simple y sin importancia. Qué cuernos quemados que dejan de arder. Qué simple y sin nada que perder. Como cuando no hay carrera, ni por qué correr. Como cuando no hay drama, ni explicación que proveer. Qué simple resulta la calma cuando no lleva mentira. Que simple cuando se acaba con la ira. Qué simple poder alejarse. Qué simple hacerlo sin perecer. Sin un sólo minuto que actuar. Sin un idioma difícil de entender. Qué simple hablar para uno y rodearse de gente. Qué simple y puro para la mente. Qué simple y sano para el inconsciente. Como cuando te roban terreno y no consiguen pasar. Como cuando dices basta y te empiezas a honrar. Qué simple el desenfado. Qué simple la profundidad.  Qué simple y precioso el ego de lado. Qué simple el abrazo con la nimiedad. Como cuando un grano de arena no está en la playa. Como cuando algo dentro brilla y todo se pone a raya. Qué simple la ilusión de control. Qué simple y ágil encontrarse tan entregado. Qué simple. Qué simple es lo complicado tras ser pensado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario