miércoles, 13 de junio de 2018

CUENTOS MÍNIMOS

- Miró a la izquierda. Uno, dos tres, cuatro. Miró apresuradamente a la derecha. Uno, dos, tres, cuatro y cinco. Recuperó su atención hacia el lado izquierdo e insistió. Uno, dos, tres, cuatro. Estaba angustiado. Había perdido un dedo. Y es que no había nada más imprudente que un mago torpe tratando de robarle la nariz a un niño inteligente

- Cada vez que se sólo se quejaba la niña que llevaba dentro se crecía endiosada. Sin embargo cuando se enfadaba, la adulta que conseguía salir fuera, la callaba con armónica palabrería


- El ministro de cultura dimitió pues tenía miedo de que la gente se sintiera defraudada como años antes lo había hecho, por torpeza,  a Hacienda. Y quizás lo importante de aquél momento no era tanto el fraude, ni siquiera el posterior linchamiento... si no que lo importante es que había producido, sorprendentemente, un nuevo movimiento

- 1+1 son 5, siempre que el embarazo sea de trillizos

- Daba vueltas sin parar y sentía que le iba a estallar la cabeza. No entendía lo que pasaba con certeza. Tan sólo sabía que se sentía cada vez más punzante...pero hasta que no acabaran de sacarle punta, sería un lápiz de lo más espeluznante

- Algunos sabios decidieron callarse pero fue tan sólo para que algunos falsos dioses pudieran pronunciarse

- Los dichos abrieron paso a los hechos pero cada vez que alguien intentaba hacer algo, sin antes haberlo dicho,  se encontraba inevitablemente ante un temible trecho. Y por dudas, excusas o afirmaciones, la mayoría de cosas terminaban muriendo en el horrible saco de lo "no hecho"

- Ahora que me doy cuenta, llevo tiempo sin prestarte atención. No es que no supiera prestártela es que estaba ocupado utilizando el foco para mi propio embelesamiento - le dijo el narcisismo a la inseguridad el 12 de junio del primer día de entendimiento

- Tanta gente que espera en mí como si fueran un cactús que sólo cambiando la tilde podríais entender que soy una parada de autobús


 

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