jueves, 16 de junio de 2011

NADIE TAN CUERDO

La gente le llamaba loco porque las cosas que hacía no eran normales. Sí, la gente le llamaba loco, y a él le daba igual. En realidad, ni siquiera les oia. El vivía en su mundo, ese que su mente percibía. Resultaba una persona muy peculiar a ojos de la mayoría de la gente.
Yo tuve la suerte de conocerle y además de conseguir verle. La primera vez que le vi, estaba pintando la fachada de su casa. Vivía en la calle de la libertad número seis de Barcelona. Yo pasaba por allí intentando coger un atajo que me llevara a la diagonal de una manera más rápida. En la diagonal, habría de encontrarme con mi abogada y, la verdad, es que ya iba con retraso. Nada de excepcional habría tenido esta situación, si no llega a ser porque al pasar frente a él, me di cuenta de tres cosas. La primera, que el andamio sobre el que se encontraba Pep (más tarde sabría su nombre) estaba hecho de flautas. Unas junto a otras, unidas por enredaderas larguísimas y preciosas. Había flautas de metal, otras más clásicas  de madera. Algunas estaban rajadas y otras brillaban muchísimo. Eso sí, cada vez que una brisa se decidía a pasear por aquella calle, el andamio cantaba distintas y preciosas melodías y Pep, las silbaba como si las conociera de memoria. Lo segundo que me llamó la atención fue la montaña de tarros de yogur vacíos que estaban junto al andamio. Sobre todo me sorprendió, en cuanto me di cuenta de que estaba pintando la fachada con yogures naturales. Había algunos tarros de limón, pero pronto me di cuenta de que el alféizar de las ventanas lo había pintado de amarillo. Lo tercero que me sorprendió, fue que aquel hombre sonreía mucho, tanto que resultaba sospechoso. En el tiempo en el que estábamos, hacía tiempo que la gente había olvidado sonreir. Aquél hombre, estaba loco.
Así que me acerqué y tras pedirle disculpas por importunarle, le pregunté porqué sonreía tanto.

- ¿Estaba sonriendo?- contestó- ni me había dado cuenta, será que estoy bien.
- Y, ¿puedo preguntarle porqué pinta la pared con yogures?
- Ya lo has hecho. Y la pinto con yogures porque son del color que necesito
- Ya pero... ¿no tenía usted pintura? - pregunté víctima de mi convencionalismo.
- Sí, pero no tenía suficiente y con yogures también queda bien

Le pregunté cómo se llamaba, me dijo que Pep. Le dije mi nombre, le di las gracias y crucé la calle. Me senté en la terraza de en frente. Pedí una cerveza y puse mis ojos sobre Pep. Poco a poco me fui dando cuenta de más detalles que llamaron mi atención. Iba sin zapatos, usaba una escobilla como brocha y vestía con colores muy llamativos. Había dos gatos que permanecían cerca de su puerta y que también parecían sonreir. La puerta de la casa, verde, había sido pintada con hierba y sus pelos, grises y revueltos, parecían no haber sido nunca peinados. De pronto, pegó un brinco y bajó del andamio. Se distanció unos pasos, y con los brazos en jarra se aplaudió por el buen trabajo realizado. Se acercó a la terraza y se sentó a mi lado. Pidió lo mismo que yo y en cuanto le sirvieron me miró y me dijo:

- Oye chico, ¿no te parece que la cerveza tiene un color precioso?, es una pena que tarde tanto en secar, habría quedado muy bien en el alféizar.

Y así, comenzó la primera de las muchas conversaciones que a partir de aquél día tendría con Pep en aquella terraza. Era un hombre espectacular, que había viajado mucho. Una vez, había dado la vuelta al mundo en un zapato gigante y descubrió, contando las patas a todos los que encontró, que los ciempiés tenían siempre un número impar de patas, ¡impar!. Tenía una manera preciosamente distinta de ver el mundo, ese en el que estamos todos atrapados. Lleno de convencionalismos, monotonía, agresividad y autodestrucción disfrazada de reproches.

La gente le llamaba loco porque las cosas que hacía no eran normales. En realidad, las cosas que hacía, no eran convencionales. Eso sí, en mi vida he conocido a nadie tan cuerdo.


2 comentarios:

  1. me ha encantado!!! :-)

    Que vaya bien el día y espero que hagas por lo menos algo no convencional ;-) , muaaaaaak!!

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  2. oye...la hora está mal eh? son las 07.55h qué sueño!

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