lunes, 9 de noviembre de 2015

A VECES TANTAS VECES...

A veces, suena Ennio Morricone y las hojas de los árboles parece que te bailan. Luego, una estúpida idea dolorosa me roba ese momento y me dice que tan sólo ha sido el viento. Otras veces, miro a Munch colgado en la pared y a su puzzle no le falta ninguna pieza. Luego, un estúpido enfoque certero me roba esa ilusión y me hace ver que el puzzle sigue incompleto. A veces oigo el nombre de Leonardo Da Vinci y parece que un susurro me invita a terminar aquél juego atascado. Luego, la estúpida certeza me recuerda que no lo tengo ni siquiera instalado en el ordenador, robándome la posibilidad de terminarlo. A veces veo La hora chanante,  y oigo a Juana de arco en un gran ataque de risa y parece que te ríes con ella. Luego,una estúpida conciencia de mi propia risa, me roba ese momento y me doy cuenta de que estoy sola ante la pantalla. A veces, veo unas tijeras colgadas en la pared, y estoy segura de que el guionista de alguna película te preguntó por el atrezzo de la misma. Luego, una estúpida idea de la nada, me roba ese momento y me dice que tan solo es coincidencia. A veces, paseo por miramón y una piedra golpea mi cabeza y sonrío, desde dónde la habrá tirado, me digo. Luego, levanto la vista y una estúpida estampa despejada me roba el volverte a ver y me deja de nuevo paseando sola. Pero ¿sabes? El tiempo entre cada "A veces" y la estúpida invasión de mi estupidez es, sin lugar a dudas, el lugar más bello en el que consigo vivirte. Y si te vivo, es que aún estás. La estupidez me trae el dolor de tu ausencia, el "A veces" lo cotidiano de tu presencia.

Tq.

J8

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