sábado, 14 de noviembre de 2015

COMO PARA ENTENDER ALGO

"Era un pozo oscuro como la muerte y profundo como el dolor. No sabía cómo había caído en él. No entendía nada. Ninguna explicación. Ningún aviso. Ninguna precaución. ¿Por qué habría de haberla tenido? Vivía bien. Amaba desde lo más bello que era capaz. Reía sin control cuando su impulso vital así se lo ordenaba. Era un chico feliz.
Volvió a mirar hacia arriba. Todo era negro. Sus pupilas trataban desesperadamente de adaptarse a la nueva situación. Imposible dejar de mirar. Imposible conseguir ver. Porque no tenía sentido aquello. Trató inútilmente de trepar por las paredes. Lo intentó durante una angustiosa hora, pero nada, siempre resbalaba. Oía gritos, pero no sabía dónde. De alguna manera sabía que aquél lugar no tenía salida, pero no podía parar de desearla. Algo pesado rozó su brazo y le pareció sentir que golpeaba el suelo. ¡Maldito terror! ¿porqué tratas de inundar mi vida? gritó. Sólo obtuvo eco. Un eco que parecía responder con sorna. Un eco más allá del vacío de entendimiento de ese momento en ese lugar."

Hay quien ríe con el dolor. Hay quien muere por quien se ha reído y hay quien ha sido abatido por una puta risa oscura como la muerte y profunda como el dolor. Hay quien lo sufre diariamente. Hay quien huye muriendo por huir de morir agonizando en el terror...Pero lo importante? Nosotros señores. Nuestro gigante mínimo porcentaje de bajas (que por supuesto importan) frente a la insignificante masacre diaria (no nuestra). Como para entender algo.Ni terror, ni manipulación, ni miedo disfrazado de empatía simbólica. Paz y amor decían unos locos...será que hay mucho  cuerdo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario